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Las hemorroides, también llamadas almorranas, son venas hinchadas en el ano y en la parte inferior del recto, parecidas a várices.
Son varias las causas de las hemorroides, aunque a menudo se desconoce el origen específico. Pueden producirse como resultado de un esfuerzo al evacuar los intestinos o debido al aumento de presión en esas venas durante el embarazo.
Las hemorroides pueden encontrarse dentro del recto (hemorroides internas) o pueden aparecer debajo de la piel alrededor del ano (hemorroides externas).
Las hemorroides son muy frecuentes. Casi 3 de 4 adultos tienen hemorroides de vez en cuando. En ocasiones, no provocan la aparición de síntomas, pero a veces causan picazón, malestar y sangrado.
De vez en cuando, puede formarse un coágulo en una hemorroide (trombosis hemorroidal). No se trata de algo peligroso, pero puede ser extremadamente doloroso y, a veces, puede ser necesario realizar una incisión para drenar la sangre.
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Come alimentos con alto contenido de fibra. Consume más frutas, vegetales y cereales integrales. Hacer esto ablanda las heces y aumenta su volumen, lo que te ayudará a evitar la fuerza excesiva que puede causar hemorroides. Agrega fibra a tu dieta lentamente para evitar problemas de gases.
Bebe mucho líquido. Bebe de seis a ocho vasos de agua y otros líquidos (que no sean bebidas alcohólicas) por día para que las heces sean blandas.
Los suplementos de fibra son una buena idea. La mayoría de las personas no consumen la cantidad recomendada de fibra como parte de su dieta: 25 gramos por día para las mujeres y 38 gramos por día para los hombres.
No hagas demasiada fuerza. Hacer fuerza y contener el aliento cuando tratas de evacuar heces genera mayor presión sobre las venas de la parte inferior del recto.
Ve al baño apenas sientas la necesidad. Si esperas para evacuar los intestinos y la necesidad desaparece, las heces pueden secarse y resultar más difíciles de evacuar.
Haz ejercicio. Mantente activo para ayudar a evitar el estreñimiento y reducir la presión sobre las venas, que puede producirse cuando pasas mucho tiempo de pie o sentado.
Evita pasar mucho tiempo sentado. Estar sentado demasiado tiempo, en particular en el inodoro, puede aumentar la presión sobre las venas del ano
Se localizan en el interior del recto. En general, no puedes ver ni sentir las hemorroides de este tipo; y en raras ocasiones generan molestias. Sin embargo, el esfuerzo; o la irritación que se producen al evacuar los intestinos pueden dañar la superficie de una hemorroide y hacer que esta sangre.
Ocasionalmente, el esfuerzo puede hacer que una hemorroide interna salga a través de la abertura anal.
Este tipo de hemorroide se conoce como «hemorroide sobresaliente» o «hemorroide prolapsada» y puede causar dolor e irritación.
Se localizan debajo de la piel que rodea el ano. Las hemorroides externas, si se irritan, pueden picar y sangrar.
A veces, se puede acumular sangre en una hemorroide externa y formar un coágulo (trombo), lo que puede provocar dolor intenso, inflamación y un bulto duro cerca del ano.
Las venas alrededor del ano tienden a extenderse bajo la presión y pueden aumentar de tamaño o hincharse. Las venas hinchadas (hemorroides) pueden desarrollarse a partir de un aumento en la presión en el recto bajo debido a:
Es más probable que la hemorroides ocurra con la edad debido a que los tejidos que soportan las venas en el recto y el ano se pueden debilitar y estrechar
Leve dilatación del tejido de las hemorroides. No hay sensación de masa anal. Produce sangrado y picor ocasional.
Aumento del tamaño de las hemorroides por encima del esfínter. Las hemorroides descienden durante la defecación y al terminar vuelven a su sitio. Ocasiona sangrado, picor, ardor, y molestias defecatorias.
Las hemorroides descienden por debajo del esfínter, siendo necesario empujarlas manualmente para devolverlas a su posición. Sensación de masa anal, después de la evacuación intestinal. Aumenta el sangrado de las hemorroides y las demás molestias.
Hemorroides que se mantienen siempre fuera del esfínter. Sangran frecuentemente, dan sensación de cuerpo extraño y secreción anal permanente.
Consiste en la aparición brusca de un bulto en la región del ano, muy doloroso que levanta la piel y tiene color azul violáceo, en algunos casos la presión del hematoma ulcera la piel y sale sangre por fuera del coágulo.
Cuando las hemorroides son pequeñas y poco dolorosas se pueden tratar con pomadas y analgésicos pero cuando son grandes y dolorosas se deben extirpar bajo sedación y anestesia local. La intervención consiste extraer el coágulo y la piel sobrante. El paciente recibe el alta a los 40 minutos.