Quiste Pilonidal

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Quiste Pilonidal

Un quiste pilonidal es una cavidad anormal en la piel que, generalmente, contiene vello y partículas cutáneas. En la mayoría de los casos, se encuentra cerca del coxis, en la parte superior del surco de los glúteos. Los quistes pilonidales suelen aparecer cuando un vello perfora la piel y luego se encarna. Si se infectan, el absceso que se forma es generalmente muy doloroso. El quiste puede drenarse a través de una pequeña incisión o extirparse quirúrgicamente. Los quistes pilonidales son más frecuentes en los varones jóvenes, y es habitual que el problema vuelva a aparecer. Las personas que están sentadas durante períodos prolongados, como los conductores de camiones, corren un mayor riesgo de sufrir un quiste pilonidal. Generalmente, es necesario realizar una cirugía para tratar una fístula anal.

Tratamientos de quiste pilonidal

Los tratamientos para un quiste pilonidal varían en función de la gravedad del caso y si el quiste está infectado. A continuación, se detallan las opciones más comunes:

Tratamientos No Quirúrgicos

Higiene y Cuidado de la Piel:

  • Mantener la zona limpia y seca.
  • Evitar fricción y presión en el área afectada.
  • Afeitar o eliminar el vello alrededor del quiste.

Compresas Calientes:

  • Aplicar compresas calientes para reducir el dolor y promover el drenaje del quiste.

Tratamientos Quirúrgicos

Incisión y Drenaje:

  • Drenar el quiste a través de una pequeña incisión para aliviar el dolor y eliminar el pus. Se realiza bajo anestesia local.

Marsupialización:

  • Coser los bordes de la incisión a la piel circundante para crear una bolsa abierta que permita el drenaje continuo y evite la recurrencia.

Exéresis Quirúrgica:

  • Extirpar completamente el quiste y el tejido circundante en casos recurrentes o crónicos. Se realiza bajo anestesia local o general.

Cierre Primario:

  • Cerrar la herida con puntos de sutura después de la extirpación del quiste. Acelera la recuperación pero tiene mayor riesgo de recurrencia.

Tratamiento Láser:

  • Utilizar un láser para destruir el tejido afectado y sellar los vasos sanguíneos, reduciendo el riesgo de infección y la necesidad de incisiones mayores.

Como prevenir el quiste pilonidal

Prevenir la aparición de quistes pilonidales implica adoptar hábitos que reduzcan los factores de riesgo y mantengan la piel de la región sacrococcígea saludable. Es fundamental mantener la zona sacrococcígea limpia y seca, lavándola diariamente con agua y jabón suave, y asegurándose de secarla completamente después del baño. La eliminación del vello en la zona afectada, mediante afeitado o cremas depilatorias, es crucial, ya que el vello encarnado es una causa común de quistes pilonidales. Para minimizar la fricción y la irritación, se recomienda usar ropa suelta y transpirable, evitando ropa ajustada y materiales que puedan causar rozaduras. Mantener un peso saludable a través de una dieta equilibrada y ejercicio regular también es importante, ya que el sobrepeso puede aumentar la presión y la fricción en la región del coxis.

Si tu trabajo o actividades diarias requieren estar sentado durante largos periodos, es aconsejable tomar descansos regulares para levantarse y moverse, ayudando a reducir la presión en la zona sacrococcígea. Utilizar cojines en forma de dona o almohadillas especiales cuando necesites sentarte durante períodos prolongados puede aliviar la presión sobre el coxis y reducir el riesgo de quistes.

Los síntomas más comunes incluyen dolor e hinchazón en la parte superior del surco de los glúteos, enrojecimiento, secreción de pus o sangre y, en algunos casos, fiebre. El dolor suele empeorar al sentarse o al realizar actividades físicas que ejercen presión sobre la zona afectada.

Los quistes pilonidales pueden ser agudos o crónicos. Los agudos se caracterizan por una inflamación y dolor intenso debido a una infección, mientras que los crónicos son recurrentes y persistentes, pudiendo no presentar síntomas evidentes pero con mayor riesgo de recurrencia.

Los tratamientos no quirúrgicos incluyen mantener la zona limpia y seca, eliminar el vello alrededor del quiste para prevenir irritaciones adicionales y aplicar compresas calientes para reducir el dolor y promover el drenaje del quiste.